Tengo la
certeza y la seguridad que con este texto, vuestros pensamientos se
sentirán identificados. Os traigo una reflexión que muchos de
nosotros nos hemos planteado más de una vez. Llamadlo miedo,
llamadlo curiosidad, llamadlo como queráis. Es una de las
preocupaciones que podemos tener muchos de nosotros, pero que por
mucho que queramos intentar convencernos de lo contrario, en mi
opinión, es ley de vida al fin y al cabo.
Nacemos,
crecemos, nos reproducimos para tener descendencia, y morimos. Pero,
y después... ¿Después qué? Ese miedo, ese afán por el concepto
de una vida con un límite, con un final que no deseamos que llegue,
pero que en un momento o otro, sea a los cincuenta años, a los
setenta, o a los cien, todos cerramos nuestro ciclo vital de una sola
manera, con la muerte.
Desde hace
miles de años, las personas nos hemos refugiado en creencias,
leyendas, dioses y religiones para soportar el miedo que nos conlleva
el pensamiento de abandonar este mundo en su totalidad. Religiones
que nos prometen, por ejemplo, el cielo, el infierno o el purgatorio,
basándose en nuestros comportamientos; hace algo más de un par de
miles de años, se creía en antiguos dioses que te podían perdonar
la vida o hacerla más duradera; creencias que sostienen la
existencia del alma, de ese rastro de energía de cada uno que nunca
se va del todo.
Yo,
personalmente, me muestro escéptico. Me mantengo en la idea de que
al finalizar nuestra etapa en este gran mundo, cuándo nuestro
corazón detenga sus latidos y nuestro cerebro cese su actividad, no
quedará nada de nosotros más que nuestro recuerdo, que también
tendrá un final al cabo de décadas. Esta manera de pensar, que
pensaréis que quizás es un poco triste y desalentadora, no me
impide disfrutar de mi paso momentáneo por aquí, sino más bien al
contrario, me hace tener la certeza de que debo ser feliz, hacer algo
de provecho y hacer lo posible para inculcar unos valores a otra
generación, que si se da el caso que sea de mi descendencia o no,
puedan adquirir y transmitir para con su felicidad en su paso por
aquí.
Y vosotros,
¿qué pensáis sobre esto?
Alex , no podría estar más a favor sobre el tema. Pienso totalmente igual enserio. Me encanta tu blog:*
ResponderEliminarMe alegro de compartir opinión, gracias :)
ResponderEliminarRealmente es algo que todos llegamos a pensar, ¿pero a caso se puede hacer algo para impedirlo? Yo no creo en nada, morimos y se acabo, sólo queda el recuerdo.
ResponderEliminarMe gusta tu texto, espero que tu blog crezca, se por experiencia que es difícil sacarlo a delante:)
Gracias por la opinión y el apoyo :)
ResponderEliminar